Prácticas culturales e identidad grupal

A partir del debate y la reflexión, los alumnos de Segundo Quinta relatan cómo se configura su identidad.
El aula es atravesada así por múltiples problemáticas que marcan un sentido de pertenencia y, a su vez, abren profundos abismos entre los adolescentes que la habitan.
Hablar de esa identidad de grupo desde sus diferencias, desde sus conflictos y desde sus intereses, es una manera de mostrar quiénes son y cómo se ven a sí mismos.

La música, el barrio, las peleas, la discriminación y las divisiones dentro del aula, son el marco desde el cual hoy pueden definirse....


lunes, 9 de noviembre de 2009

Mi Barrio: Villa Progreso

Mas allá de venir todos los días al cole, hablar de nuestro barrio es también hablar de quienes somos. Ahora vamos a contar con simples palabras como es nuestro barrio:

En primer lugar, podríamos decir que se encuentra en la franja de Bsso. (Berisso, entre 77 y 125). Viven allí personas de clase baja quienes fueron progresando año tras año hasta llegar a formar un barrio accesible para convivir familias e hijos.

El barrio se pobló, y sumado a las construcciones de viviendas hechas por el gobierno para las familias carenciadas, comenzó a crecer al igual que las obras cloacales. Próximamente, se estarían pavimentando las calles ya que cuando llueve las personas no se pueden trasladar para hacer sus actividades debido a la gran cantidad de barro que se junta.

Las casas que constituyen el barrio son humildes y construidas con materiales de madera y todo aquello que sirva para hacerla mas resistente.

Nuestras vidas en V.P.

Casi todos los días, por la tarde, nos juntamos con los chicos de la 77 en la esquina (125 bis) a tomar unas gaseosas, a contarnos las cosas que hacemos cotidianamente o sobre nuestras familias. Esta esquina donde nos vemos todos los chicos del barrio, queda en la cuadra donde vivimos, es allí donde los findes nos juntamos a ser la previa y de ahí salimos a donde “pinte” (fiestas, cumpleaños, boliches).

Elegimos ese lugar porque es el más tranquilo, ya que nos juntábamos en una vereda de 77 y 127 pero los vecinos comenzaron a quejarse porque cantábamos o gritábamos, hasta que nos mandaron a la policía.

Desde ese momento, es que elegimos la esquina de 125 para pasar nuestros ratos libres y compartir con amigos diferentes momentos.

Por Pablo.

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